Uno de los males y defectos históricos que pervive en la geopolítica peruana, desde la colonia, el virreynato, y hasta ahora, sin duda es el CENTRALISMO LIMEÑO y que hoy es el principal factor negativo que frena el desarrollo y la prosperidad del país, especialmente de las provincias en cuyas realidades hay entre 30 y 40% de pobreza crítica.
Esta realidad, es una demostración cierta de la existencia de un fraccionamiento y polarización social, política y económica, que los eruditos, académicos y visionarios de Lima, NO han podido superarlas, por el contrario han agudizado la división de la nación, entre una capital omnipotente, infalible, ultra conservadora y monopólica de las finanzas, las decisiones políticas, la industria, las fuerzas armadas y la justicia, y al otro lado 24 provincias ninguneadas, sumisas y relegadas de los servicios gubernamentales.
Si esta situación de desequilibrio continuara, es poco probable que el Perú logre mejorar y alcanzar un futuro.mucho más evolucionado que el presente. La presión impositiva capitalina es tan fuerte que genera un congelamiento conformista y un efecto de parálisis colectivo que deja muy poco espacio para el nacimiento de nuevas ideas y propuestas de cambio o de corrección hacia adelante.
A pesar de ello, creo que si es posible desarrollar otras vías de cambio para el mejoramiento de las realidades provincianas, y con esa finalidad en breve tiempo publicaré un documento de 50 páginas que contiene mis puntos de vista y que espero sea de divulgación masiva y así provoque una discusión muy amplia de ideas, propuestas y sugerencias en todo el país.
