miércoles, 14 de febrero de 2024

DERROCHE IMPRODUCTIVO: Revelación de Ausencias y Falencias

 Es asombroso y hasta incomprensible que en realidades donde todo falta y se necesita, haya decisiones y conductas personales que optan por el derroche, el despilfarro  o el malgasto de lo se tiene porque no se saben valorar las cosas ni los hechos. Es frecuente perder tiempo, desperdiciar energías, o mal usar el dinero en banalidades, desperdicios, farsas, ofensas, embustes, fraudes y canalladas de todo tipo y origen.

Y eso sucede porque aún no hemos evolucionado en tener una cultura del buen uso de los recursos que disponemos, no se valoran ni conocen el poder del tiempo, de las energías ni del uso correcto del dinero. Tampoco ni por asomo sabemos de optimización, austeridad, racionalidad ni eficiencia.

Desde gobiernos nacionales hasta personas sencillas derrochan tiempo, energías y dinero hasta un 40%, lo que quiere decir que sólo un 60% de decisiones tienen alguna productividad beneficiosa para la vida y la existencia. Por tanto, si seguimos viviendo con políticas o hábitos de derrochadores improductivos de los recursos disponibles, sólo vamos a agravar la ignorancia, la pobreza y las frustraciones.

Tenemos que optar por las vías correctas de la OPTIMIZACIÓN, LA EFICACIA, LA RACIONALIDAD, LA AUSTERIDAD Y POR LOS BENEFICIOS POSITIVOS en el uso y manejo de los recursos propios, sólo así habrá más desarrollo cultural, social, tecnológico, político, científico y económico. 

Si logramos vencer el "derrochismo", es posible que el mundo y los pueblos alcancen un bienestar más homogéneo y feliz.