En un mundo globalizado casi todo se sabe, y por desgracia mi país Perú, enfrenta una crisis de valores humanos que es producto histórico debido a una acumulación de factores de degradación que vienen desde la colonia, el virreinato y luego continuada por los herederos de una vieja oligarquía que se estableció en la ciudad e Lima, capital del país.
Con el tiempo, surgieron élites políticas y económicas que impusieron un modelo y sistema de nación centralista, omnipotente, paternalista y expoliadora de los recursos naturales, Tal modelo limeñista pervive hasta hoy, pero no ha resuelto los problemas ni las necesidades nacionales, sólo ha afirmado los privilegios de grupos, y como consecuencia, tenemos un país empobrecido con desigualdades, es decir una realidad con subdesarrollo en todo nivel. Entonces, queda claro que son las personas quienes han fracasado en la visión y conducción de país,
Las consecuencias de aquel modelo y sistema vigente por 200 años, se ha auto degenerado y pervertido a tal punto que hoy vivimos una crisis moral y ética, que se ha contagiado a todo el país, con la perdida de cualidades y calidades de vida y convivencia de los habitantes de esta grandiosa y milenaria patria, que desde luego tiene todo para ser una GRAN NACIÓN CON PROSPERIDAD EN TODAS SUS ÁREAS.
Para revertir la crisis de las personas, necesitamos nuevas ideas, mejores alternativas, otros paradigmas y también líderes honestos, sabios y leales, es decir una generación nueva con criterios y saberes que guíen el desarrollo de la nación. Por ejemplo, que haya una real descentralización gubernamental, una revolución educativa con seguridad alimentaria, una planificación visionaria con grandes proyectos de vialidad e integración territorial y cultural, entre otros programas que podrían generar esperanza y confianza ciudadana.
ESPERO QUE LOS TIEMPOS FUTUROS SEAN MEJORES POR AUTO DETERMINACIÓN DE LOS 34 MILLONES DE HABITANTES DE ESTA GRANDIOSA NACIÓN, sabiendo que son las personas las que tienen que tener los perfiles y las conductas correctas y apropiadas.
