Este comentario reflexivo va dirigido a todos los jóvenes artistas y a quiénes aún son niños y tienen aptitudes innatas para las bellas artes, y desean ser escultores, pintores, diseñadores, dibujantes. Y hoy, nos enfrentamos a una verdad, ´porque el futuro se presenta sombrío, debido a la falta de políticas de promoción y estímulos para el ejercicio laboral pleno. Ello considerando que las actividades plásticas no son lucrativas ni tienen un mercado laboral.
Además, las obras de arte, no han demostrado sus altos beneficios en la sociedad, y se han alejado o limitado a espacios reducidos, como galerías y museos donde concurren muy pocas personas , especialmente los que tienen algún grado de información especializada. Esto muestra que hay un panorama de incertidumbre.
Sin embargo, no todo podría estar perdido, ni tendríamos que caer en la frustración o el desánimo; al contrario, tenemos que abrir las mentes para emprender nuevas maneras de construir un arte más vinculado a las necesidades culturales e intelectuales de los pueblos. Una forma, es HACIENDO LA DIFERENCIA, es decir explorar, descubrir y emprender nuevos caminos, porque si hacemos lo mismo, los conocido, lo común, o pasamos a ser imitadores de los otros, habremos puesto nuestras propias barreras.
HAGAMOS LA DIFERENCIA y comencemos a crear, a inventar, a multiplicar iniciativas y propuestas ganadoras.
