Es fascinante hablar y escribir sobre mi país Perú, pues es una nación especial y única que tiene virtudes, riquezas en abundancia y también inmensos problemas no resueltos, sin embargo creo que las herencias del colonialismo hispánico con sus vicios y apetitos torpes aún no es superada por las nuevas generaciones. Los rezagos de una oligárquica perversa asentada en Lima, es un claro ejemplo de un sistema y modelo de gobierno y coexistencia extremadamente centralista y con tendencia foránea, por eso se imita o copia lo extranjero y se desconocen las esencias peruanistas y de peruanidad.
Además, hoy enfrentamos una crisis generalizada por la ausencia de valores y de conductas civiles degenerativas por la ausencia de cultura funcional honesta. No hay partidos políticos solventes, las instituciones de justicia son corrompidas por el dinero, el poder legislativo legisla por odio al oponente y por mandos de lobbies y sobornos, empresarios con sobre ganancias que no tributan, una corrupción generalizada en todos los niveles de la sociedad, y lo peor existe una mediática concentrada que fabrica farsas y multiplica la banalidad y las perversiones humanas.
Este cúmulo de realidades tan penosas, nos deprime, pero también nos plantea varios desafíos y sobretodo la necesidad urgente de formar líderes visionarios que tengan lealtad, sabiduría y autenticidad pues serán ellos quienes conduzcan el futuro del país hacia la unidad y armonía de la nación, y con esos poderes claves si podremos en.rumbar el desarrollo real y acelerado del pueblo peruano.
Los nuevos líderes peruanos deben formarse desde la cuna materna, en los hogares, y afirmarse en la escuela y la universidad. Ojalá que Dios nos ilumine e ilumine a las familias para que sean los núcleos donde nazcan aquellas personas con dotes, y esto sería aquel milagro que tanto tiempo estamos anhelando VIVIR EN UNA NACIÓN INTEGRADA POR EL CONOCIMIENTO Y LA PROSPERIDAD CON BIENESTAR.