Los desafíos de cara al futuro son enormes para una nación como el Perú, que tiene la necesidad de revertir aquellos obstáculos y frenos que impiden un progreso más equitativo y con inclusión de los sectores históricamente olvidados o marginados de los servicios y beneficios gubernamentales.
Se escriben muchos diagnósticos y críticas, pero muy pocos se animan a proponer alternativas para optimizar la gestión pública. Esa inercia, pasividad e indiferencia hace que los viejos "zorros" de la política y de la tecnocracia limeña aprovechen tal debilidad para tomar el control de los recursos del erario público.
En las tres décadas pasadas se ha revelado el contubernio legalizado que se instaurado en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial para ejercer un mandato condicionado, que ha hecho olvidar la atención y solución a los problemas y necesidades de la mayoría.
Con esta carga negativa de antecedentes, el nuevo gobierno deberá impulsar un trabajo sostenido de corrección de todas las fallas, y a partir de ella impulsar un cambio acelerado de avances y mejoras en todas las áreas productivas, económicas, culturales y sociales.
A ese objetivo renovador van mis ideas que están resumidas en un documento que acabo de publicar en el Internet y las redes social, por tanto de libre y fácil acceso para cualquier interesado tanto del país como del extranjero.
Libre y disponible en esta página como en https://peruanidad-2021.blogspot.com