lunes, 30 de marzo de 2015

OLVIDOS Y ELOGIOS TARDÍOS

Como bien sabemos, a lo largo de la historia de las Bellas Artes hemos tenido grandes genios y artistas plásticos famosos, que han dedicado todas sus vidas a desarrollar su profesión con absoluta dedicación, hasta lograr resultados extraordinarios y una hoja de vida impecable.

Esta herencia, meritoria desde todo punto de vista, siempre ha sido objeto de admiración y de elogios por parte de los especialistas y de la misma sociedad, que ahora ve sus obras maestras  en  grandes museos, pinacotecas y casas privadas. Además, pasado el tiempo aquel legado  ahora tiene un valor incalculable.

Sin embargo, es bueno recordar que la mayoría de los genios y maestros, en su tiempo y cuando ellos vivieron, no tuvieron un reconocimiento oportuno ni disfrutaron de sus méritos, al contrario y muchas veces fueron objeto de maltratos y menosprecio por cultivar un arte propio y una vida de total entrega.

Hoy, aquella actitud de indiferencia, no parece haber cambiado, pues seguimos viendo conductas y decisiones que agravan las posturas de olvido, subvaloración y anonimato, pues no hay políticas de estímulos ni gratitud a los  artistas y realizadores de las Bellas Artes. Ni gobiernos, ni autoridades, ni empresarios, ni las instituciones especializadas, hacen algo por revertir ésta situación. Y recientemente, he sido testigo de un hecho muy triste de olvido  y pobreza de un intelectual peruano que murió en la miseria más cruda que un ser humano puede acabar.

En consecuencia, es bueno saber que las profesiones artísticas, casi en todo el mundo, aún son profesiones y oficios no lucrativos, y quiénes lo cultivan son hombres y mujeres de perfiles modestos que muchas veces renuncian a su propios intereses.

POR ESO, ES IMPORTANTE QUE EXISTAN POLÍTICAS PUBLICAS DE ESTIMULO Y APOYO  a las labores creativas y productivas en el campo de las Bellas Artes. RCHV.