Han pasado ya un año de la sentida partida de mi invalorable madre, doña Manuela Vargas de Charres,y a traves de esta fotografia de su años maduros y felices, le envío mis recuerdos mejor conservados junto a mis oraciones, pues como creyente sé que ella está gozando el descanso eterno en el cielo infinito, y desde allí estará mirando guiando mis pasos y decisiones. Ella me ha dado la vida y me acompñado hasta los 60 años de mi existencia, y esa fue la mejor felicidad que tuve , y también fue la primera en alentar mi obra artística creativa. Mis oraciones y pensamientos mas sentidos para esa madre modelo que tuve.